Autor: Dr. Germán Fajardo, Director de la Facultad de Medicina de la UNAM
La educación continua es una actividad sustantiva, no sólo dentro de la propia Universidad Nacional, sino en cualquier ámbito del sector educativo. Tiene el propósito de extender y compartir la riqueza de los conocimientos del personal académico a través de su acervo humano, instalaciones y equipos; está dirigida a la población general, a los estudiantes y profesores, pero en especial a todos los profesionales del área de la salud.
Históricamente es una necesidad sentida de aprendizaje posterior a los estudios formales de educación médica. Su objeto es adquirir los nuevos avances que continuamente se descubren para sustituir, complementar y actualizar los conocimientos previos. Así mismo, sirve para disminuir la curva del olvido, para compensar información que no se vio, consolidar temas aprendidos o bien, que no se estudiaron durante la formación académica.
El uso de nuevas tecnologías y la evolución constante de líneas de investigación, promueven una constante actualización en los programas educativos y de atención a la salud. En este sentido, las instituciones docentes deben poner especial atención en ello, por lo que resulta imperante la actualización de métodos, sistemas y procedimientos formativos. Su resultado más trascendente es la mejora continua de la calidad de la atención médica y a la salud; la seguridad del paciente y de la población en general; la prevención de riesgos o daños a la salud, e incluso, permite la gestión óptima de los recursos personales, familiares e institucionales.
Cada vez con mayor frecuencia se requiere una educación continua interdisciplinaria, debido a la interacción compleja de las ciencias y la tecnología. No es para menos que exista una mayor demanda por parte de la población para mejorar su nivel de educación para la salud, el cuidado y enriquecimiento de la cultura comunitaria.
Los programas académicos que la Facultad de Medicina imparte a nivel de educación continua, están dirigidos a estudiantes, personal técnico y profesionales del área de la salud, en especial al médico general, posgraduados especialistas, maestros, doctores y docentes en inducción a la investigación.
Sus modalidades educativas comprenden el sistema presencial, a distancia, mixto, híbrido y por simulación. Esta formación continua otorga créditos universitarios incluso con homologación internacional y, en algunos casos, la certificación de conocimientos, habilidades o destrezas, que hacen más robusto el currículo.
Continuar con la educación es sin duda es una inversión: genera satisfacción personal en el corto plazo y grandes retribuciones para el mediano y largo tiempo. No solo en momentos de incertidumbre actual es imprescindible educarse de forma continua e ininterrumpida, siempre se debe captar los preceptos esenciales, identificar los constantes cambios alrededor y estar dispuestos a modificar continuamente las conductas en beneficio de los seres humanos a quienes por vocación se ha decidido proteger y cuidar de su salud.